Palestina: solidaridad en medio de un genocidio
Nota de Coyuntura No. 159 / por Noe Vásquez Reyna
Entre advertencias internacionales para Israel y un acuerdo de alto al fuego liderado por su principal aliado: Estados Unidos, un territorio hecho pedazos por un genocidio ha obligado a miles de personas palestinas a desplazarse, incluso en ocho ocasiones o más. En tanto, las expresiones de solidaridad en Guatemala con el Pueblo Palestino pasan por recordar las intervenciones de Israel en el conflicto armado interno y en visibilizar lo que sigue pasando en Gaza.

Foto: Caminata por Convocatoria Global por Dos Años de Genocidio en Gaza, sobre la sexta avenida de la capital guatemalteca, el 5 de octubre de 2025. Fuente: Asociación Palestina Guatemalteca. Recuperada de https://www.facebook.com/photo?fbid=1216726067155586&set=pcb.1216726097155583
Primero las ruinas, después el hambre
El pasado 7 de octubre se cumplieron dos años de que militantes de Hamás atacaran Israel, y este respondiera con una declaratoria de guerra y deviniera en el genocidio más televisado de la historia reciente, que Israel sigue perpetrando en la Franja de Gaza contra el Pueblo Palestino con total impunidad, y sin que las instancias encargadas de mantener el equilibrio de poder mundial y sancionar las agresiones por actos genocidas como este hayan intervenido con todo el rigor del caso para frenar la barbarie.
Hace dos años, según los recuentos iniciales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el contrataque aéreo de las Fuerzas de Defensa israelíes en represalia contra Gaza mató a más de 41,000 palestinos y palestinas —más de 67 mil a la fecha—, y obligó a desplazarse forzadamente a más de un millón de personas, además de imponer “un cerco sobre toda la Franja, con continuas restricciones a la entrada de alimentos, agua, electricidad, equipos médicos y otros suministros vitales”.
Desde entonces, la poca ayuda humanitaria que ha llegado para la Franja de Gaza ha sido, sobre todo, insuficiente. En los medios de noticias de todo el mundo y las redes sociales se han visto imágenes y videos de los escombros, del hambre, de niños y niñas mutilados, mientras Benjamin Netanyahu y Donald Trump se elogian mutuamente, tras ceses al fuego, en medio de la liberación de rehenes y devolución de cadáveres.
A principios de octubre, el sitio thetricontinental.org citó cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualizadas regularmente con datos del Ministerio de Salud palestino y agencias de la ONU, que registran que aproximadamente 66,000 palestinos y palestinas habían muerto en Gaza durante los continuos ataques de los últimos dos años: 30 de cada 1,000 personas que vivían allí. Es posible que exista un subregistro, ya que el Ministerio de Salud ha admitido que no tiene capacidad para seguir el ritmo del flujo de muerte y desconoce cuántas personas están enterradas bajo los escombros. La cifra oficial de la entidad siguió subiendo en el curso del mes.
En julio de 2025, mientras continuaba el asedio del ejército israelí y los bombardeos en Gaza, se registraban a diario muertes por desnutrición, especialmente entre la niñez. Las organizaciones de la ONU han descrito los lugares de distribución de ayuda como “sádicas trampas mortales”, en medio de acusaciones de que Israel utiliza el hambre como arma de guerra.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) calcula que 50,000 niños y niñas han muerto o resultado con heridas. Edouard Beigbeder, director regional de UNICEF para Medio Oriente y el Norte de África, declaró:
“Estos niños son ahora parte de una larga y desgarradora lista de horrores inimaginables: las graves violaciones contra la infancia, el bloqueo de la ayuda, el hambre, el desplazamiento forzado constante y la destrucción de hospitales, sistemas de agua, escuelas y hogares. En esencia, la destrucción de la vida misma en la Franja de Gaza”.
Un genocidio televisado
En noviembre de 2023, Omer Bartov, profesor de estudios sobre el Genocidio y el Holocausto en la Universidad de Brown, explicó que veía evidencias de que el ejército israelí había cometido crímenes de guerra y potencialmente crímenes contra la humanidad en su contraataque en Gaza:
“No es solo una conclusión mía. Un número cada vez mayor de expertos en estudios sobre genocidio y derecho internacional ha llegado a la conclusión de que las acciones de Israel en Gaza solo pueden definirse como genocidio”.
Tras las primeras 12 semanas del ataque constante contra Gaza, el director de la Misión Palestina en el Reino Unido, Husam Zomlot, criticó duramente a Estados Unidos afirmando que era cómplice de este “genocidio televisado”.
En ese entonces, Zomlot señaló: “Israel está llevando a cabo el primer genocidio televisado” de la historia y advirtió que la represión a la disidencia y la obstrucción del orden internacional por parte de Israel y Estados Unidos tendrán un amplio impacto en el ejercicio de los derechos democráticos en todo el mundo:
“Millones de personas, aquí y en todo el mundo, han descubierto que el Gobierno de Israel no solo está oprimiendo al pueblo palestino, sino también a cada una de ellas. Israel está oprimiendo a la humanidad”.

Foto: Jehad Alshrafi / Associated Press. Recuperada: https://www.nytimes.com/es/2025/07/18/espanol/opinion/israel-genocidio-gaza.html
Dos años después, a mediados de septiembre de 2025, Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional, expresó:
“Mientras las autoridades y fuerzas israelíes intensifican su brutal campaña de aniquilación, sobre todo en la ciudad de Gaza, el condenatorio informe de la Comisión de Investigación de la ONU viene a confirmar lo que Amnistía Internacional y otros llevan concluyendo desde hace meses: que las autoridades y fuerzas israelíes han cometido y siguen cometiendo genocidio contra el pueblo palestino en Gaza”.
Hasta el 16 de septiembre de este año, la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU sobre el Territorio Palestino Ocupado, publicó un informe de 72 páginas que concluyó:
“…’con fundamentos razonables’ que el gobierno israelí, sus altos funcionarios y el ejército habían cometido y continúan ejecutando actos de genocidio con la intención de consumar estos actos”.
“La Comisión concluye que Israel es responsable de cometer genocidio en Gaza. Es evidente que existe una intención de destruir al pueblo palestino en Gaza mediante actos que cumplen los criterios establecidos en la Convención sobre el Genocidio”.
El primer cese al fuego en un año
Desde el viernes 10 de octubre de 2025 fue entrando en vigor un acuerdo de alto al fuego entre Israel y Hamás, basado en una propuesta presentada por Trump que se anunció desde el 9 de octubre. Esta es la primera tregua en más de un año de ataques. Ese día, tres rehenes israelíes fueron liberados de Gaza y se reunieron con sus familiares, lo que tuvo una gran cobertura mediática.
El texto del acuerdo también decía que Israel autorizó la liberación de 250 prisioneros palestinos, en su mayoría condenados a cadena perpetua, y de 1,722 gazatíes detenidos durante la guerra que no estaban implicados en los ataques del 7 de octubre de 2023, incluidas 22 personas menores de 18 años.
Según algunos analistas, “esa tregua fue recibida con una mezcla de alivio y cautela, más que esperanza”. De acuerdo con Marco Fonseca, este cese al fuego podría ser solo un retorno al statu quo, mientras que organizaciones como Amnistía Internacional…
“…han prevenido que, sin un replanteamiento estructural del conflicto, este alto al fuego no pasará de ser un simple respiro efímero antes de nuevas violencias”.
Por otra parte, las noticias se están centrando en las celebraciones de Israel, pero poco se dice de la población palestina, sobre todo en medios estadounidenses y latinoamericanos. Al respecto, Joel Beinin, profesor emérito de la asignatura Historia de Medio Oriente en la Universidad de Stanford, dijo a Democracy Now:
“Los medios de comunicación del mundo se centran en los israelíes. Existe un profundo desequilibrio en la cobertura [del conflicto palestino-israelí]; [los medios] ponen el foco en Israel y los israelíes, y restan importancia al pueblo palestino. La sociedad palestina, en conjunto, está sufriendo muchísimo más de todo lo que la sociedad israelí ha sufrido a causa de los enfrentamientos armados ocurridos desde 1948 hasta la actualidad. Eso es algo que en Occidente no solemos reconocer adecuadamente”.
Durante meses, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) ha tenido pruebas de que el ejército israelí ha atacado deliberadamente a periodistas. La FIP señala que desde el inicio de la guerra en Gaza, al menos 247 periodistas y trabajadores de medios de comunicación han muerto, decenas han resultado heridos y otros continúan desaparecidos.

Foto: Los diputados israelíes Ayman Odeh (de origen palestino) y Ofer Cassif, fueron expulsados del Parlamento de la ocupación israelí después de levantar una pancarta con el mensaje: “¡Reconozcan a Palestina!” durante el discurso de Donald Trump. Fuente: https://www.facebook.com/photo/?fbid=849987457383494&set=a.280380311010881
Solidaridad con Palestina desde Guatemala
Alrededor del mundo se han convocado manifestaciones de todo tipo para expresar solidaridad y apoyo al Pueblo Palestino, y exigir el alto a la violencia y al genocidio que comete Israel, incluida la flotilla de ayuda humanitaria que intentaba llegar a Gaza, cuyos activistas fueron detenidos y deportados.

Imágenes: Afiches de convocatorias a actividades en solidaridad con Palestina en Guatemala. Fuente: redes sociales.
En Guatemala, desde 2024 se ha organizado una caminata en apoyo a la comunidad palestina, en la cual participaron, ese año, unas 400 personas.
El 5 de octubre de 2025, la convocatoria estuvo a cargo de la Asociación Palestina Guatemalteca (APG) y otras organizaciones, y el recorrido inició en la Municipalidad de Guatemala enfilando por la Sexta Avenida hacia la Plaza de las Niñas, frente al Palacio Nacional de la Cultura, donde tuvo la participación del coro feminista Sindecoro.
En ese marco, el colectivo H.I.J.O.S.-Guatemala ha llevado a cabo acciones por Palestina en parques, y presentó el conversatorio virtual sobre el libro “Guatemala y Palestina bajo el talón genocida de Israel”, del periodista brasileño Leonardo Wexell Severo.
Como parte de este segundo aniversario, la Convergencia por los Derechos Humanos, American Friends Service Committee (AFSC) y la Casa de la Memoria organizaron el conversatorio “Solidaridad entre pueblos: Del genocidio Ixil al genocidio en Palestina”, en el cual participaron Diego Ceto, testigo sobreviviente del genocidio Ixil, y Jamal Jadue, presidente de la APG, quien instó a que se siga hablando de lo que pasa en Palestina. En ese espacio también se presentó el documental Lifelines: Aid workers in Gaza, que habla sobre los constantes desplazamientos en la Franja de Gaza.
Una de las voceras de la Convergencia expresó:
“El primer elemento es expresar solidaridad con el Pueblo Palestino desde el espacio de organizaciones de derechos humanos en Guatemala, y en esa expresión de solidaridad, para Guatemala, el Genocidio Ixil es una evidencia palpable de lo que significa el uso de la fuerza militar para intentar acabar con un pueblo y utilizar todo el poder económico, militar, político. La estrategia de tierra arrasada que se vivió en Guatemala en los años 80 del siglo pasado, y que ahora se está viviendo y se está ejecutando contra el Pueblo Palestino, a miles de kilómetros de distancia. Entonces, no es casualidad, no es un capricho, es manifestar: cómo, si no luchamos como pueblos en contra de estas expresiones de odio y opresión contra un pueblo, esto se repite. Cuánto hace que vivimos el genocidio en Guatemala y, como bien dijo don Diego Ceto, también financiado por el gobierno sionista, ahora es el mismo gobierno sionista que financió, apoyó, entrenó a los ejecutores del genocidio en Guatemala, el que lleva a cabo el genocidio en Palestina”.
Advertencia de La Haya
En una opinión consultiva emitida el recién pasado 22 de octubre, el Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas (TIJ) afirmó que, como Estado ocupante de Gaza y miembro de Naciones Unidas, Israel está obligado a “aceptar y facilitar” la ayuda humanitaria a la Franja para asegurar las necesidades básicas de la población. Por lo tanto, debe permitir la labor de organizaciones de la ONU en el enclave palestino y de otras similares, “incluso en caso de guerra”, tampoco puede cortar esa colaboración “de manera unilateral” ni puede utilizar “la hambruna como método de guerra”.
Aunque el fuego ha guardado silencio, las muertes, la destrucción, el hambre y los desplazamientos forzados, ya han dejado sus imborrables huellas en un pueblo que no es automáticamente el sinónimo de Hamás. En escenarios como estos se olvida que las resistencias también tienen derecho a defenderse cuando se encuentran ante muros aplastantes de violencia.

