La tasa de desnutrición aguda infantil más alta en los últimos 4 años
Nota de Coyuntura No. 22 / por Paola Cano
Al 29 de junio del 2024, se han reportado 16,384 niños y niñas con desnutrición aguda, lo que significa 3,018 casos más que el año pasado a la misma fecha, y la tasa más alta de desnutrición aguda (89.2) en los últimos 4 años. ¿Cuáles son las posibles causas de esta situación y dónde se localizan?
Fuente: Boletín de la Situación epidemiológica de la desnutrición aguda en menores de 5 años. Semana epidemiológica 26. Recuperado en https://portal.siinsan.gob.gt/desnutricion-aguda/
Indicadores en alza en 2024
Según el boletín epidemiológico del Ministerio de Salud, de la semana epidemiológica 26 (al 30 de junio de 2024), la mayor prevalencia de desnutrición aguda (número de casos por cada 10,000 infantes) se reporta en Escuintla -220; Retalhuleu -190; Petén Sur- 174, Sacatepéquez -160.4-, y Suchitepéquez -137-; mientras que en 2023 las mayores prevalencias se localizaron en Escuintla -187.6; Sacatepéquez -163; Zacapa -135; y Guatemala Sur -111.
El 17 de mayo, la subsecretaria de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN), Martha Salazar, explicó que la mayor incidencia de desnutrición aguda se registra en el sur de Guatemala. En años anteriores se ha reportado mayor vulnerabilidad en el Corredor Seco; sin embargo, asegura que en 2024 no es así porque se están realizando acciones específicas en los 160 municipios del corredor seco a través de los ministerios de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), de Agricultura y Ganadería (MAGA) y de Desarrollo (MIDES).
Si bien los departamentos del Corredor Seco no se encuentran en los primeros lugares, no ha disminuido su prevalencia; por ejemplo, en Zacapa la prevalencia actual es de 137.5 comparado con 135 en 2023; en Chiquimula la prevalencia actual es de 130.2 comparado con 102.9 del año pasado.
La desnutrición aguda es el resultado de pérdida de peso asociada con períodos recientes de hambre o enfermedad, que se desarrolla rápidamente. Se determina en relación del peso bajo con respecto a la talla. Es un riesgo de muerte porque un niños o niñas tiene un sistema inmunológico tan comprometido que puede morir hasta por una simple gripe o diarrea, en tanto que si sobrevive nunca podrá recuperar el potencial de crecimiento ni el desarrollo cerebral que perdió; por toda esta situación, la desnutrición aguda es una violación del Derecho a la Alimentación y a la vida.
La prevalencia de desnutrición tiene raíces profundas en el modelo económico neoliberal que aprisiona a la población con pobreza en Guatemala, esto es producto de décadas de desigualdades sociales y es evidente que en Guatemala la corrupción ha sido un lastre que acarrea al día de hoy esta creciente amenaza a la vida de los infantes.
Pero también existen estrategias inmediatas para prevenir la desnutrición aguda: las acciones de la Ventana de los mil días, probadas científicamente y se trata del monitoreo de peso para evaluar a tiempo el crecimiento de los infantes, así como la vacunación, la suplementación con micronutrientes y desparasitación, la consejería y la dotación de alimento complementario, entre otras.
Este año, se está ejecutando el presupuesto más alto en la historia de Guatemala, para atender la desnutrición Q10,658 millones vigentes. El año pasado se tenía Q10,230 millones y para comparar más atrás, se menciona que el 2014 se tenían disponibles Q6,234. El presupuesto actual de Q10,658 millones es un salto en la historia de Guatemala y se aprobó el año pasado en el Congreso de la República, pero es insuficiente para toda la población en riesgo, aunque es un avance. Sin embargo, a la fecha se tiene una ejecución de 43.48% equivalente a Q4,634 millones; esto es inferior al año pasado cuando se tenía una ejecución de 48.22% a la misma fecha equivalente a Q5,019 millones, una suma mayor que el presente año.
A nivel de ministerios, se puede mencionar que el MSPAS tiene una ejecución de 34.99% este año comparado con 36.37% del año pasado.
Con esos datos, se puede determinar que existe un rezago este año en la ejecución presupuestaria estatal para atender y prevenir la desnutrición aguda. Tomando en cuenta que la ejecución de fondos está ligada directamente con las acciones que llegan a la población.
El aumento de casos con desnutrición aguda infantil en 2024, se debe en gran parte a la búsqueda activa, ya que este año se han realizado 26 brigadas integrales para la detección y atención de niñez con desnutrición, comparado con nueve (9) realizadas durante todo el 2023.
Las brigadas integrales son parte de una esta estrategia en la cual equipos ambulatorios llegan a las comunidades más lejanas para atender a la niñez y mujeres a través de monitoreo de peso y diagnóstico nutricional, vacunación, suplementación, consejería, atención prenatal para las mujeres, entre otros. Esta estrategia es un planteamiento de las organizaciones Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Programa Mundial de Alimentos (PMA) y Acción Contra el hambre; se inició en el 2021 durante la pandemia por Covid-19 con fondos de estas organizaciones para fortalecer las acciones del MSPAS, hasta que se logró la institucionalización de la estrategia y asignación de fondos del MSPAS bajo la sombrilla de la GCNN.
En la plataforma del Sistema de Información Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Guatemala (SIINSAN) se puede observar la ejecución física de las acciones al 31 de mayo, aún no están disponibles las del mes de junio, por lo tanto, al mes de mayo se reporta la atención de 6,621 niños y niñas con desnutrición aguda, casi 10,000 sin atender.
Una de las limitantes de la información es que el reporte de casos con desnutrición aguda significa que el mismo niño fue reportado varias veces por desnutrición, mientras se mantuvo en su proceso de recuperación nutricional. Entonces, esto indica que se debe mejorar el sistema de reporte. La buena noticia es que este gobierno ofreció transparencia y eso se espera para que quienes realizan acciones de auditoría social, lo puedan realizar e informar a la población.
Tomando en cuenta esta información, quiere decir que, en años anteriores, se quedaban sin detectar muchos niños y niñas con desnutrición agua y, por lo tanto, no se les brindó la atención oportuna, en este año. Es un avance y una buena noticia el reforzamiento a la vigilancia nutricional para aplicar el protocolo de recuperación nutricional infantil, pero más aún, es importante la prevención y para esto, se deben fortalecer las acciones planificadas y mejorar la administración de fondos con urgencia para llegar a toda la población en riesgo, porque la niñez no espera y la desnutrición tiene efectos irreversibles.
