Comunidades y transportistas asumen el costo de la carretera hacia Santa Cruz Barillas, Huehuetenango

Nota de coyuntura No. 172 / por Rolanda García

Tras el abandono del proyecto de asfalto que inició a pocos metros del Río Espíritu, hacia el municipio de Barillas Huehuetenango las comunidades afectadas están asumiendo el mantenimiento parcial de las principales rutas colapsadas, las cuales empeoraron en esta temporada de lluvia. La obra, que ha estado a cargo de la cuestionada empresa Prourba, se encuentra suspendida. Es una vía muy importante porque conecta la cabecera del municipio de Santa Cruz Barillas con la carretera de la Franja Transversal del Norte (FTN).

Carretera que conecta Santa Cruz Barillas con la carretera de la Franja Transversal del Norte (FTN). Fuente: Rolanda García.

Comunidades obligadas a mantener carretera por incumplimientos de contratista

En el centro del Caserío La Capilla San Ram+on, entre las comunidades de Las Limas y San Ramón, del municipio de Santa Cruz Barillas, al norte del departamento de Huehuetenango, las autoridades locales de más de 100 comunidades han autorizado la recaudación de fondos a los transportistas y viajeros, cuyo efectivo se invierte en el mantenimiento de los caminos, resaltan, los encargados en una de las talanqueras instaladas para interrumpir el paso vehicular, y poder reparar en algo lo que la empresa constructora dejó de hacer desde hace cinco años.

Han sido años de espera y no ha ocurrido más que una ampliación de la vía que provocó destrucción, según denuncian comunitarios. En agosto de 2020, el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), durante el gobierno de Alejandro Giammattei Falla (enero 2020 – enero 2024) y el partido Vamos, adjudicó el proyecto de asfaltado de la vía de 25.5 kilómetros de largo que comunica Santa Cruz Barillas con Río Espíritu, en el norte de Huehuetenango. Un mes después, en septiembre, se firmó el contrato, y cuatro meses después, en diciembre de 2020, esa cartera dio un anticipo de Q 28.5 millones y eso fue todo, pues la obra fue suspendida.

De acuerdo con la licitación NOG 12487007 contenida en el portal Guatecompras, la realización de la carretera la adjudicó la Dirección General de Caminos (DGC) del CIV a Rafael Ricardo Bonilla Miyares, propietario de la entidad mercantil Proyectos Múltiples Prourba, por Q 142.6 millones, pero, tras ajustes, quedó en Q 168.0 millones. El tiempo otorgado para terminar el proyecto fue de 18 meses, que vencían en julio de 2022, y ese mismo mes se pidió una ampliación de un año que fue otorgada por el CIV. Se estableció que el 3 de septiembre de 2023 sería la fecha tope. Pero la constructora siguió sin operar.

En agosto de 2024, en la ciudad capital, se llevó a cabo una reunión clave entre los alcaldes del departamento y el entonces Ministro del CIV, Dr. Félix Alvarado. Durante el encuentro, el alcalde municipal de Santa Cruz Barillas, Gilberto Francisco Manuel, conocido como ‘Neco’, reiteró su solicitud de información sobre los avances en los trabajos de la carretera que conecta el municipio con Río Espíritu. Alvarado aseguró que antes de finalizar ese mes los trabajos se reanudarían, ya que la constructora Prourba estaba en proceso de movilizar nuevamente al personal y reactivar la maquinaria que estuvo inactiva debido a la necesidad de mantenimiento, en tanto que el CIV seguiría supervisando los procedimientos administrativos para garantizar el reinicio de las obras.

Tramo carretero cuya asfaltado está suspendido. Comunica Santa Cruz Barillas con Río Espíritu en el norte de Huehuetenango, frontera con México. Fuente: Mapcarta.

Ante la inactividad de la constructora, los comunitarios aclaran que los transportistas, sin excepción alguna, pagan un costo simbólico por el mantenimiento que las comunidades dan a la vía; pero, en ocasiones algunos propietarios muestran resistencia a los costos de peaje. En medio de las inconformidades y el sacrificio, los comunitarios consideran necesaria la recaudación de fondos para evitar el deterioro completo de la ruta.

“Cada transporte paga una cuota aquí donde está la cadena, hay veces que ellos ya se quejan porque es mucho dinero para ellos, es cierto que es mucho dinero, pero si no lo hacemos quién lo va arreglar, entonces nosotros ponemos diez, quince y veinte quetzales, y ponemos un poco de balastro donde hay hoyos”, aclaró Pedro Santos, alcalde comunitario de la localidad.

Talanqueras o cadenas instaladas en el trayecto de 25 kilómetros donde se realizan los pagos de mantenimiento. Fotos: Rolanda García.

Importante vía de comunicación, pero más daño que beneficio

El tramo es considerado carretera nacional pues forma parte de la 9N Franja Transversal del Norte, donde circulan a diario decenas de vehículos que comercializan y transportan los productos agrícolas tales como cardamomo, café y pacaya, más los comerciantes que abastecen a la población, afirman.

Recuerdan que la carretera de más de 25 kilómetros fue abandonada desde que fracasó el proyecto de asfalto denominado “Construcción de Carretera Tramo Santa Cruz Barillas-Rio Espíritu”, licitado a favor de la empresa Proyectos Multiples, Prourba, cuando Giammattei Falla y Vamos llevaban pocos meses de iniciado su gobierno.

El proyecto fue respaldado por el Acuerdo Ministerial 1005-2020 del 30 de septiembre de 2020, firmado entre la Dirección General de Caminos del Ministerio de Comunicaciones, y la empresa en mención.

Los habitantes lamentan que la ampliación del camino afectó a varias familias, varias ofrendaron sus viviendas, a algunas les fueron removidas parte de sus pertenencias como lotes familiares, sin recibir una compensación económica por otorgar de manera obligatoria el derecho de paso. Así mismo, durante el arranque del proyecto la población invirtió recursos para restablecer las tuberías de agua potable dañadas en los trabajos de remoción de tierras. Denuncian que los postes de energía eléctrica que hoy se encuentran semienterradas ponen en riesgo la vida de los habitantes.

“Solo vinieron a destruir las casas y otras construcciones, pero no terminaron el trabajo; allá abajo destruyeron parte de la iglesia, algunas familias perdieron sus viviendas y cultivos, así pasó aquí”, lamentó un habitante quien pidió no mencionar su identidad.

Cabe recordar que, en el año 2022, familias afectadas del caserío Las Limas denunciaron ante la prensa las múltiples violaciones sufridas; sin embargo, todas fueron coaccionadas por las autoridades locales para silenciar su versión sobre los hechos debido a una fuerte presión de la empresa que buscó acallar a los damnificados. Otras familias lamentaron que la ampliación del camino provocó grandes derrumbes sepultando hectáreas de plantaciones de cardamomo, nadie más continuó reclamando debido a las amenazas persistentes de la empresa que involucró a las autoridades del Consejo de Desarrollo Comunitario (COCODE), recuerda un afectado.

Empresa marcada por corrupción

Según se describe en un reportaje del medio de prensa salvadoreño El Faro, la empresa Prourba, propiedad de Ricardo Bonilla Miyares, bajo el soborno de Alejandro Matheu Escamilla, apareció señalada en 2018 durante las audiencias del “Caso Construcción y Corrupción” como una de las contratistas del CIV que pactaron sobornos a funcionarios, a cambio de agilizar pagos pendientes de las campañas políticas del partido Vamos con Alejandro Giammattei Falla a la cabeza. Con esta afirmación de El Faro, se infiere que el tramo de Santa Cruz Barillas a Río Espíritu ya se encontraba pactado en las estructuras de la corrupción y el soborno que posteriormente justificaron su abandono por la falta de pago.

Según el desaparecido diario elPeriódico, Prourba propiedad de Bonilla Miyares, fue una de las empresas preferidas de los gobiernos de Jimmy Morales Cabrera (enero 20216 – enero 2020) y el Frente de Convergencia Nacional (FCN), y Giammattei Falla. De acuerdo con Guatecompras, a Bonilla Miyares se le adjudicaron entre 2019 —último año del gobierno de Morales Cabrera— y 2020 —primer año de gobierno de Giammattei Falla—, más de Q 445 millones, más del 60% del monto total de los contratos obtenidos entre 2005 y 2025. Entre 2024 y 2025 ha sido la Municipalidad de Guatemala, por medio de la Empresa Municipal de Agua (EMPAGUA), la que ha contratado a Prourba con contratos que suman más de Q 20 millones.

Las comunidades que abarca la carretera, con ansias de ver realidad el pavimento en sus territorios, señalan que en enero del presente año acompañaron a las nuevas autoridades de gobierno y calificaron positiva la visita del entonces Ministro del CIV, Miguel Ángel Díaz Bobadilla, quien reafirmó el compromiso del presidente Bernardo Arévalo de león de asegurar la conectividad vial como parte del Plan Conecta 2025.

Sin embargo, sus expectativas se apagaron rápidamente al no cumplir con el bacheo y mantenimiento inmediato de la carretera al que Díaz Bobadilla se comprometió, según indicó Ricardo Matías, habitante de la región. Otro de los afectados enfatizó:

“Si ya nunca lo van arreglar vamos a seguir así costeando la carretera; ojalá el señor gobierno nos recuerda todavía, no sabemos cómo va a estar otro año y otro año mientras se acerca la política y vienen a prometernos otra vez, pues no sabemos dónde vamos a parar con este problema de la carretera”.

Lo mismo ocurrió en septiembre de 2025 cuando Díaz Bobadilla informó a comunitarios y al alcalde de Santa Cruz Barillas, Gilberto Francisco Manuel, que el reinicio del proyecto estaba autorizado y dependía de la firma del director de Caminos, la cual se daría ese mismo día. El contratista, informó, dispondría de un mes para rehabilitar maquinaria y ponerla en marcha. A la fecha, el proyecto sigue abandonado.

Poco después, el 29 de septiembre, autoridades del CIV y COVIAL hicieron una presentación a jefes de bloque del Congreso de la República, destacando la información del tramo Santa Cruz Barillas y Río Espíritu, donde se anunció que a partir del 1 de septiembre el proyecto se había reiniciado, además de indicar que mostraba más del 50% de avance físico, y cuando se habían desembolsado Q 42.49 millones, confirmando que el monto total del proyecto se incrementó a Q 168 millones, y está bajo la supervisión de la empresa INPRO. No obstante, a la fecha la empresa no muestra ninguna actividad en el tramo carretero.

Recuperado en: https://www.prensalibre.com/wp-content/uploads/2025/09/Presentacion-Jefes-de-Bloque-29-de-septiembre-2025.pdf

En esta misma región del norte de Guatemala, un largo tramo del proyecto de carretera de la FTN hacia la Microrregión de Ixquisis, en San Mateo Ixtatán, Huehuetenango, quedó inconcluso, dado que la empresa israelita Solel Boneh no finalizó la pavimentación. Actualmente, las consecuencias las enfrenta la población que vive en el área de influencia. Recuerdan que Solel Boneh fue parte de un conflicto social causado por un proyecto hidroeléctrico en el cual la empresa en mención fue cómplice, remarcó Pedro Mateo, de la Microrregión de Ixquisis.

Pese a la incertidumbre, parte de la población entrevistada mantiene la esperanza que el gobierno de Arévalo de León agilice nuevas contrataciones y retome la construcción de los proyectos de asfaltado estancados durante el mandato de Giammattei Falla. Enfatiza el comerciante María Juan:

“Nosotros votamos por el partido Semilla porque nos dijeron que es un buen gobierno que nos puede apoyar, porque han pasado muchos presidentes y nada han cumplido”.

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