El emperador va desnudo: la recomposición de Cortes de Justicia y las maniobras en el Legislativo revelan la verdadera salud del gobierno del Movimiento Semilla

Nota de coyuntura No. 53 / por Juan Calles

Las dos elecciones que recientemente acordaron los diputados y diputadas del Congreso de la República permiten evaluar el verdadero estado de la administración del Movimiento Semilla, en general, y de Bernardo Arévalo de León y Karin Herrera Aguilar y su salud política, en particular. Tanto la elección de Cortes de Justicia como de la Junta Directiva del Legislativo para el 2025 dejan ver a un gobierno que quizá pueda, poco a poco, librarse y neutralizar a sus adversarios políticos en función de lograr un equilibrio gobernable para su gestión.

Imagen: El Observador

¿Victoriosos?

Aún no se pueden mencionar parámetros como “exitoso” o “ganador”. Sin embargo, el bloque de diputados del Movimiento Semilla logró avanzar en conseguir apoyos y acuerdos con los poderes Legislativo y Judicial para tener una mayor capacidad de maniobra y, después de 10 meses de gestión gubernamental, por fin mostrar avances en su gobierno. Todo dependerá alrededor de qué se tejieron dichos acuerdos y la solidez y permanencia de las alianzas concretadas.

No obstante, la percepción de varios grupos de población a estas alturas es de desesperanza y frustración, ya que tanto el Ejecutivo como la bancada oficial aún no tienen un nivel de respuesta eficiente a las expectativas de sus votantes, y son percibidos como políticamente ingenuos y operativamente débiles.

Tras las dos elecciones recientes ya mencionadas, estratégicas para el equilibrio político del gobierno del Movimiento Semilla en su conjunto, los operadores políticos de Arévalo de León se han esforzado por mostrarse victoriosos y positivos. Sin embargo, los esfuerzos del Ministerio Público (MP) y las anteriores Magistraturas del Organismo Judicial (OJ) por defenestrar al partido oficial del poder, a su bancada e, incluso, al Presidente de la República, logaron paralizar la gestión semillista en esos primeros nueve meses del año, por lo que prevalece la percepción de un gobierno débil y dubitativo.

La primavera y la realpolitik

Las alianzas que construyó la bancada del Movimiento Semilla en el Congreso de la República le permitió elegir unas Magistraturas para la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y para Cortes de Apelaciones, sin que ninguno de los grupos de interés obtuviera mayoría de votos, lo que apelaría a una correlación de fuerzas equilibrada para los meses que vienen. Es decir, para tomar decisiones importantes deberá existir una intensa negociación para alcanzar consensos; en teoría, ya no existirá “la aplanadora” que tomaba decisiones para beneficiar a grupos económicos, políticos y delincuenciales como en las anteriores cortes, controladas en su totalidad por actores y operadores del “Pacto de Impunidad”.

Por otra parte, las alianzas para elegir a la Junta Directiva del Congreso para el siguiente periodo lograron la reelección de Nery Ramos como Presidente de esa instancia política que filtra intereses dentro del Legislativo, y un variopinto directorio con representantes de diferentes partidos de oposición, a excepción del ex partido oficialista Vamos y de Voluntad, Oportunidad y Solidaridad (VOS), en este último caso,  independientemente que la diputada Karina Paz, de este partido, haya sido reelecta para un segundo periodo, aunque descalificada por este bloque partidario; pero que, sin embargo, votaron a favor de esta Junta Directiva para lograr 150 votos, casi la totalidad de congresistas, un hecho político inédito.

El precio a pagar puede ser muy alto, ya que la alianza, marcada por un alto pragmatismo y volatilidad, incluyó al bloque de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), controlado Sandra Julieta Torres Casanova, a quien Bernardo Arévalo de León venció en las urnas en la segunda vuelta electoral de las elecciones generales de 2023, lo cual puede obrar en contra de las pretensiones de la administración Arévalo de León-Herrera Aguilar. Es más, resulta sintomático que el partido Vamos, que llevó al poder a Alejandro Giammattei Falla, votara a favor e, incluso, felicitara públicamente la reelección de Ramos y Ramos.

En ese contexto, el devenir de la nueva CSJ es incierto. En ella coexisten grupos de magistrados que se ha evidenciado son manejados por Nester Vásquez, actual presidente de la Corte de Constitucionalidad (CC); por otros operadores políticos que reaparecieron, tal es el caso de Gustavo Alejos Cámbara; Roberto López Villatoro, el “Rey del Tenis”; y Estuardo Gálvez; así como por el Movimiento Semilla, y por el anterior régimen gubernamental del partido Vamos.

La balanza en la CSJ podría inclinarse para cualquiera de los lados en donde el peso político o el peso de las prebendas lo indique, lo que pone en riesgo al régimen de Arévalo de León, pues no las tiene todas consigo al momento de negociar o de conseguir votos a favor de su causa. Samuel Pérez, el jefe de la bancada oficial y más visible en estas jornadas eleccionarias, evitó reconocer que negociaron con Torres Casanova y aseguró que fue con la hija de ésta, la también diputada Lourdes Teresita De León Torres, de la UNE. Quizá no resulta sorpresivo entonces que, como segundo secretario, fuera electo Mario Ernesto Gálvez Muñoz, de la UNE, un diputado muy cercano a la todavía jerarca de este partido.

Fuente: pagina web del Congreso de la República

Pragmatismo como estrategia

La realpolitik, término de origen alemán, describe un enfoque político pragmático que prioriza los resultados y la preservación del poder por encima de las ideologías o principios morales. Bajo este enfoque, los líderes toman decisiones basadas en la realidad del momento, sopesando factores como el equilibrio de poder, los intereses nacionales y la estabilidad política. La realpolitik exige flexibilidad: puede implicar concesiones, alianzas estratégicas e, incluso, medidas impopulares, siempre con el objetivo de proteger los intereses del Estado.

Aplicando esa estrategia, las alianzas logradas por la actual administración gubernamental eligieron a personajes para las Magistraturas de ambas Cortes de Justicia señaladas de estar ligadas a estructuras corruptas, a decisiones antidemocráticas o de Lawfare -guerra jurídica-, o dejar sin representación indígena y femenina a la Junta Directiva del Congreso, en alusión a la no elección de la diputada Sonia Gutiérrez Raguay, del Movimiento Política Winaq, para el siguiente periodo.

La primavera democrática que esperaban los electores de Bernardo Arévalo de León y Karin Herrera Aguilar, del Movimiento Semilla, deberá seguir en espera y, por el momento, la realpolitik se impone. El pragmatismo político es la herramienta que han encontrado para soltar amarras y, por fin, poder gobernar.

En el ambiente quedan las preguntas: ¿podrán gobernar como lo esperan los electores de Arévalo de León? ¿Las actuales alianzas serán traicionadas en el futuro cercano?

El mismo día en que se eligió a la nueva Junta Directiva del Legislativo para 2025 se aprobaron millonarios préstamos destinados a la construcción de la estratégica carretera del Atlántico, así como, en paralelo, la CC denegó un amparo promovido por la Fundación contra el Terrorismo (FCT) contra la ampliación presupuestaria de Q 14 mil millones, cuando esta ONG de choque del “Pacto de Impunidad” ha utilizado la Lawfare para bloquear iniciativas gubernamentales.

La decisión de la CC marca un cambio notable en su postura, ya que hasta hace pocos meses actuaba como un adversario político más en oposición al Ejecutivo. Este viraje en la justicia podría augurar un nuevo escenario para las reformas impulsadas por la actual administración del Movimiento Semilla.

En las semanas siguientes se discutirá la aprobación del Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado para el Ejercicio Fiscal 2025, en donde se tendrá la oportunidad de observar si esas alianzas alcanzadas por el Movimiento Semilla germinarán y les facilitará un presupuesto que le permita desarrollar su plan de gobierno; o si serán otra “espada de Damocles” sobre la poltrona presidencial cuando los diputados, hoy en alianza, pidan parte de la tajada presupuestaria para la usual compra de voluntades políticas y negocios corruptos que enriquecen los bolsillos de las empresas de los legisladores.

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