Raaxhá incumple compromisos sociales y provoca destrucción ambiental
Nota de coyuntura No. 114 / por Rolanda García
Una serie de compromisos sociales ha incumplido la empresa Hidroeléctrica Raaxhá S.A. (Raax ha’, en q’eqchi’, que significa Agua Verde) que opera sobre el río Icbolay, en Cobán, Alta Verapaz; una situación que ha generado tensiones sociales, incertidumbres y repudio en los territorios donde se asientan las comunidades San José Icbolay y Las Promesas, en la Franja Transversal del Norte (FTN).

A la izquierda: población de las comunidades San José Icbolay y Las Promesas, verificando la situación del agua para Las Promesas. A la derecha: instalaciones de la Hidroeléctrica Raaxhá y el escaso nivel del agua. Fotos: Rolanda García.
Fuertes demandas comunitarias
Los afectados y afectadas, que pertenecen a la comunidad Las Promesas, Cobán, Alta Verapaz, señalan a la Hidroeléctrica Raaxhá de cometer constantes violaciones a los derechos humanos, y resaltan el incumplimiento de proyectos sociales y acuerdos firmados, tales como la construcción de escuelas, centros de salud, maestros, agua potable y pagos económicos para las familias afectadas.
“Nos han engañado, nos ofrecieron muchos proyectos, uno de los ofrecimientos es tener agua potable en la casa, significa tener agua a disposición de toda la población, y es algo que no se está cumpliendo, entonces que se retire la empresa y que desaparezca el agua potable porque ya vimos que estamos muy afectados por la empresa”.
Ante la desesperación, recientemente los habitantes, por vez primera durante 12 años de operaciones del proyecto hidroeléctrico, se sublevaron contra lo que consideran un atentado a la vida social y ambiental; y por el acaparamiento, la falta de agua potable y el cierre de los caminos públicos y comunitarios. Entre los hechos suscitados fue que recientemente la población enardecida obligó al personal de la empresa a abrir el campo de sus instalaciones para verificar y mostrar a la prensa las condiciones de las tuberías del agua potable, la sequía, la muerte de animales y la destrucción ambiental provocada en el embalse de la hidroeléctrica.
Tras horas de intensos alegatos con el personal de la Hidroelectrica Raaxhá, la población exigió inmediata respuesta, mientras una parte de la población ha exigido la cancelación del proyecto. Cuenta la población que, días después de la movilización social, el personal de la empresa entabló conversaciones con las comunidades e inició la realización de trabajos topográficos en las redes de distribución del agua.
Sin embargo, una parte de la población considera que son acciones mínimas para parchar y callarlos. Existen sospechas que la empresa cuenta con un sistema de filtración de agua contaminada del río Icbolay (Ikb’olay, en q’eqchi’), ya que han observado “que el cierre de las compuertas de la hidroeléctrica provoca el ascenso del agua en el tanque”, agregó un integrante de la autoridad local.

Caudal actual del Río Icbolay. Foto: Rolanda García.
Persiste inconformidad
Hasta el momento, todo indica que la inconformidad social no finalizará con el cumplimiento de los compromisos adquiridos por la empresa. Las autoridades comunitarias denuncian una continua ampliación del proyecto hidroeléctrico y el acaparamiento de más áreas colectivas para la instalación de paneles solares o plantas de energía solar, sin el consentimiento de los afectados y afectadas. Al respecto del nuevo proyecto, las comunidades han advertido que no aceptarán más ampliaciones y otros convenios con la empresa.
“Nos dicen que funcionará 25 años la empresa; si finaliza, que se retire para siempre”.
Recuerda la población de San José Icbolay que, en el año 2010, un poco más de 100 habitantes y las autoridades del Consejo de Desarrollo Comunitario (COCODE), avalaron y firmaron la construcción de la hidroeléctrica sobre el río Icbolay, convencidos que esto les permitiría un desarrollo comunitario en una región donde prevale el abandono estatal.
Tras 12 años de funcionamiento del proyecto extractivo, algunos pobladores aseguran que la balanza no está a su favor:
“(…) existen preocupaciones sobre la contaminación del río, la sequía, la muerte de animales por la desaparición de los acuíferos (…) una realidad que se agudiza”.
Expresan que el pasado 26 de mayo, en respuesta a una citación de las comunidades mencionadas, personal del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) llegó a verificar parte de la contaminación y la destrucción en el área. La población destaca que acudió a las autoridades ambientales para evitar la escalada de la crisis ambiental. Hasta el momento, las comunidades están a la espera de los resultados y acciones a dicha denuncia.

Ubicación de la Hidroeléctrica Raaxhá y las comunidades de San José Icbolay y Las Promesas, junto al río Icbolay, y la carretera de la Franja Transversal del Norte (FTN). Fuente: Google Earth.
La autoridad local considera que las manifestaciones sociales a las cuales han recurrido son resultado de la desesperación por el agua, la contaminación del río Icbolay y la ampliación del área de cobertura. Estas acciones han desatado fuertes amenazas de la empresa. Un habitante que omitió decir su nombre, aseguró, por medio de una mensajería de texto a la autora de esta nota, que un trabajador de la empresa a quien sólo identifican como “El Lic. Moisés” amenazó a los integrantes del Comité de Agua y a su presidente, Carlos Bin, de ser incitador social.
Sin embargo, la población ha reiterado que las demandas son colectivas; no responden a ningún interés particular y repudian la persecución judicial contra los dirigentes comunitarios y las amenazas de los propietarios de Raaxhá. Denuncian, además, las intenciones de dividir a la comunidad y debilitar a sus liderazgos.

Comunitarios en las instalaciones de la hidroeléctrica, donde apenas fluye el río. Foto: Rolanda García.
Una corporación inscrita en Panamá de capitales guatemaltecos
La Hidroeléctrica Raaxhá, S.A. es propiedad de la entidad fuera de plaza —offshore— Energy Resources Capital Corp. (ERCC), propietaria también de los proyectos hidroeléctricos Oxec en el municipio de Cahabón, Alta Verapaz, sobre el río del mismo nombre. Sus estrategias son las mismas: utiliza la criminalización y la división comunitaria para avanzar con los proyectos, recordó un dirigente social de la comunidad Las Promesas.
ERCC es la entidad que agrupa los intereses de generación hidroeléctrica de un grupo empresarial guatemalteco de la familia González. Se inscribió en Panamá en 2011, según el Registro Público de Panamá.

Directorio de ERCC. Fuente: Registro Público de Panamá.
La Hidroeléctrica Raaxhá forma parte de una serie de proyectos que se han buscado construir sobre el Río Icbolay —río arriba—, y el Río Dolores —río arriba—, que incluye las hidroeléctricas Rocjá Pontilá y Santa Rita, y que han provocado rechazo de las comunidades de esos territorios, y violencia y criminalización por parte de las empresas.