Guerra jurídica y el futuro del Alto Mando militar
Nota de coyuntura No. 119 / por Luis Solano
La Corte de Constitucionalidad (CC) denegó un amparo provisional interpuesto por el coronel Miguel Estuardo Barrios Martínez, que cuestionaba la permanencia en sus cargos del Ministro de la Defensa, Henry David Sáenz Ramos, y del Jefe del Estado Mayor, Hermelindo Choz Soc. Se prevé que después del 27 de junio, cuando ambos cumplen 33 años de servicio, opositores del gobierno presionen para que la CC dicte lo contrario. Una suerte de guerra jurídica que se produce en medio de ascensos de nuevos generales de Brigada, que podrían definir un nuevo Alto Mando militar.

Fuente: Ejército de Guatemala.
Se abre nuevo “frente de batalla”
La Corte de Constitucionalidad (CC) denegó el 24 de junio el amparo que fue interpuesto el pasado 2 de junio por el coronel de Infantería, Miguel Estuardo Barrios Martínez, actualmente comandante de Reservas Militares del departamento de Izabal, que ponía en entredicho la legalidad de la permanencia en el cargo del Alto Mando militar, los generales de División, Henry David Sáenz Ramos y Hermelindo Choz So.
La resolución de la CC ocurrió luego que el presidente Bernardo Arévalo de León, como Comandante General del Ejército, los había ratificado en los cargos. Dicha resolución indica:
“Resolviendo la petición que al respecto formuló en el escrito originario el solicitante del amparo, por razón de que, a juicio de esta Corte, las circunstancias no lo hacen aconsejable y porque no se dan los supuestos que prevé el artículo 28 de la Ley de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad, se deniega el amparo provisional solicitado”.

Recuperado en: https://x.com/dcuevas_gtv/status/1937620899525500945
La resolución está contenida en el Expediente 3882-2025 de la CC de fecha 24 de junio de 2025, y en ella se agrega que:
“Del informe circunstanciado remitido por la autoridad denunciada, se de vista al solicitante del amparo, a los terceros interesados mencionados y la Ministerio Público, por medio de la Fiscalía de Asuntos Constitucionales, Amparos y Exhibición Personal por el termino común de cuarenta y ocho horas.”
Vale decir que ambos militares son los dos principales cargos del Alto Mando castrense, y son funcionarios de confianza del gobernante.
En mayo de 2024, Barrios Martínez, junto a otro militar y abogado de su promoción, la 121 de la Escuela Politécnica, también interpuso una acción de amparo contra Arévalo de León, en la que cuestionaba la legalidad de ascensos militares, pero no prosperó. A Barrios Martínez se le identifica como un militar cercano a grupos de ultraderecha opositores al actual gobierno del Movimiento Semilla, y a figuras del anterior gobierno de Alejandro Giammattei Falla (enero 2020-enero 2024) y Vamos. En las redes sociales de esos sectores se evidencia el respaldo al amparo, y las presiones para que haya nombramientos de militares afines a sus intereses políticos.
Si la CC resolviera a favor del coronel, Arévalo de León provocaría un remezón político que implicaría seleccionar a militares de confianza, en un contexto en donde el ejército, bajo el Alto Mando militar actual, ha sido factor de estabilidad para el gobernante. Un cambio brusco sería contraproducente, incluso, pondría en riesgo el futuro del gobierno.
El periodo de 48 horas que la CC da a las partes, particularmente a Barrios Martínez y a la fiscalía de marras -algo que el coronel solicitó se incluyera en su amparo-, abre las puertas para un nuevo frente de batalla de la guerra jurídica que sectores de ultraderecha vienen impulsando contra el gobierno de Arévalo de León, con el Ministerio Público (MP) al frente.
Sáenz Ramos y Choz Soc pasarán como oficiales de apresto el 27 de junio cuando cumplen 33 años de servicio y, en 2028, a situación de retiro, cuando cumplen 36 años de servicio, según la Reforma el Decreto Número 72-90 del Congreso de la República, Ley Constitutiva del Ejército de Guatemala. Después del 27 de junio, y sobre todo el 30 de junio, Día del Ejército, se percibirá los efectos de una posible ofensiva legalista contra la permanencia de los oficiales actuales del Alto Militar, y el papel que jugará el MP en este nuevo escenario.
Por ahora, según lo dio a conocer Arévalo de León en conferencia de prensa este 27 de junio, ha confirmado la continuidad de Sáenz Ramos al frente de la cartera de Defensa.
El nuevo generalato
Tanto el amparo del coronel Barrios Martínez como la resolución de la CC fueron el escenario previo a los ascensos militares que se celebraron el 25 de junio de 2025.
En el acto militar, que se llevó a cabo en las instalaciones de la Escuela Politécnica con el Presidente de la República como comandante general del Ejército al frente, en donde destacó la graduación de cadetes de la Promoción 161 y el ascenso de seis coroneles al grado de general de Brigada.
Previo a esos ascensos, la Promoción 118 predominaba en el Alto Mando y en el generalato. Con los nuevos generales de Brigada, la 119 gana terreno y junto a la 120 serán las potenciales promociones que integren el futuro Alto Mando.
Durante el acto de ascensos, Arévalo de León aseguró:
“…el Gobierno está comprometido con la transformación del Ejército de Guatemala y resaltó la nueva práctica de los ascensos por méritos profesionales y no por sus vínculos con grupos del oscurantismo político”.
Fiel a su pensamiento político y su relación histórica con la institución castrense, el presidente aseveró:
“Queremos seguir consolidando un Ejército moderno, que además de defender su territorio, de proteger de manera efectiva a la población, a la naturaleza y a nuestros recursos estratégicos, esté plenamente comprometido con el orden democrático, con los derechos humanos y con el desarrollo integral y equitativo del país.”
El mandatario también puntualizó:
“el gobierno ha dejado claro que los ascensos estarían basados en la probidad, el profesionalismo y la desvinculación de intereses oscuros de grupos políticos y económicos poderosos (…) No hemos tolerado ni vamos a tolerar nunca prácticas corruptas en la designación de liderazgos. Hemos puesto fin a la manipulación del Ejército por intereses ajenos a la institucionalidad (…) quienes asumen hoy el puesto de general del Ejército lo hacen respaldados exclusivamente por su propio mérito militar y profesional, sin deberle favores ni gestiones a nadie.”
Incierto es lo que podrá durar esa reforma y modernización impulsada por Arévalo en el ejército. Y, más aún, si la guerra jurídica que se impulsa contra las decisiones del mandatario logra sus objetivos y revierte esos esfuerzos.


