Migración y remesas: el impacto en las mujeres en Guatemala
Nota de coyuntura No. 68 / por Luis Solano
Un informe reciente de la entidad Diálogo Interamericano, basada en Washington, D.C., pone en relieve la importancia de las remesas en los ingresos y ahorros de las mujeres guatemaltecas. El informe es relevante en el marco de las nuevas políticas migratorias en ciernes del gobernante estadounidense electo, Donald Trump, que podría expulsar a miles de guatemaltecos y guatemaltecas y provocar múltiples impactos en la economía nacional, particularmente en las mujeres.
Foto de Simone Dalmasso para Plaza Pública. Migrantes. Familias, en su mayoría mujeres y niños viajan en la palangana de un pick up hasta San Pedro Tapanatepec, México. Recuperada en: https://www.agenciaocote.com/blog/2023/01/10/no-hablan-de-nosotras-las-mujeres-migrantes/
Las guatemaltecas son económicamente muy vulnerables
En un conversatorio organizado por Diálogo Interamericano el 11 de diciembre pasado para discutir el estudio Women, Remittances, and Financial Inclusion in Guatemala —“Mujeres, remesas e inclusión financiera en Guatemala”—, que fue elaborado por esa entidad, Betilde Muñoz-Pogossian, directora de Inclusión Social de la Organización de los Estados Americanos (OEA), expuso en relación a la importancia de las remesas para las mujeres guatemaltecas que:
“Estos fondos no sólo ayudan a romper los ciclos de pobreza, sino que también brindan un salvavidas a las mujeres que escapan de la violencia de género”.
De acuerdo con dicha investigación, la cual fue publicada en inglés en mayo del presente año, las guatemaltecas son económicamente muy vulnerables, pues dos tercios son amas de casa; más de la mitad depende de las remesas y sólo el 12 % posee una cuenta de ahorro. Otros datos establecen que el 52 % de los ingresos totales de las mujeres en Guatemala proviene de las remesas, mientras que en los hombres es solo el 43 %.
El Observador elaboró una traducción no oficial de algunos de los extractos de dicha investigación en la que se establece que el estudio ofrece información sobre las características financieras de las mujeres, incluyendo su vulnerabilidad económica, el acceso limitado a los servicios financieros y los efectos de las remesas en sus ingresos y ahorros. El análisis también establece en qué medida las mujeres responden a incentivos como el asesoramiento financiero al formalizar sus ahorros, y los resultados apuntan a cuestiones clave, a saber:
• Más del 40 % de las mujeres son económicamente vulnerables.
• Las amas de casa y las mujeres de ascendencia maya son las más vulnerables.
• A pesar de su vulnerabilidad, el 66 % de las mujeres tienen ahorros.
• Solo el 12 % de las mujeres posee una cuenta de ahorros.
• El 60 % de las mujeres tiene un familiar en el extranjero y recibe remesas.
• Recibir remesas reduce la vulnerabilidad económica al duplicar los ingresos.
• El 18 % de las mujeres formaliza sus ahorros al recibir asesoramiento financiero, lo que reduce aún más su vulnerabilidad económica.
• El porcentaje de personas con intención de migrar es menor entre quienes formalizan sus ahorros.
El informe indica que la investigación de campo muestra que las inversiones en capacidad humana en Guatemala, a través del desarrollo del acceso financiero, impactan en si las personas migran o tienen la intención de migrar, aumentan la calidad de vida y apoyan aún más la igualdad de género. Sin embargo, es importante destacar que las mejoras en la igualdad de género en los sistemas financieros formales conducen a una mayor prosperidad para todos.
Vulnerabilidad económica
Además de proporcionar características ocupacionales, esta sección profundiza en la posición económica de un individuo en relación con las oportunidades de crecimiento.
Al evaluar la fortaleza económica, los recursos y la capacidad material para generar activos, se utilizaron tres indicadores para medir el alcance de la vulnerabilidad, los cuales incluyen el ingreso familiar promedio (Q 43,000), el ahorro promedio (Q 3,500) y la posesión de una cuenta de ahorros.
Los indicadores son cantidades mínimas que calculan la influencia económica de una persona que, en conjunto, le permite tener acceso a ingresos disponibles que, normalmente, es tener un ingreso superior al promedio, cierta liquidez —ahorros de un mes de ingresos— y medios formales —una cuenta de ahorros activa de una institución financiera— para aprovechar sus ingresos y ahorros para acceder a capital adicional como el crédito. Juntos permiten a las personas aumentar su riqueza y capitalizarla o aprovecharla para crear activos fijos o líquidos.
Aquellos que no tienen ninguno de estos indicadores son vulnerables, mientras que aquellos que los tienen todos son relativamente independientes económicamente.
Migración y remesas entre mujeres
Otra capa importante de acceso financiero es la migración.
Los cambios en los patrones migratorios pueden afectar la vulnerabilidad económica, en particular para las mujeres que reciben remesas, al tiempo que brindan oportunidades para un mejor acceso financiero y mejores circunstancias materiales. Esta sección señala el efecto de las remesas en el ingreso total de las mujeres en particular.
Mujeres y migrantes
La migración internacional desde Guatemala exhibe una de las cifras más altas en América Latina y el Caribe. Además, la composición de los migrantes guatemaltecos ha cambiado, ya que el 50 % migra en grupos familiares. En los últimos 10 años, las mujeres han estado migrando con sus hijos.
Al observar los datos recopilados, poco más del 7 % de los guatemaltecos estaban considerando migrar desde las comunidades donde se realiza este proyecto, de los cuales el 62 % son mujeres.
Además, según las cifras, el 67 % de las mujeres tienen un familiar en el extranjero, frente al 53 % de los hombres. Entre los familiares que han emigrado, casi en su totalidad a Estados Unidos, más mujeres que hombres informaron que su pareja estaba en el extranjero: el 23 % en comparación con el 1 %, respectivamente.
Mujeres receptoras de remesas
El dinero que los migrantes envían a sus familias aumenta significativamente los ingresos y reduce su vulnerabilidad económica. Con la adición de las remesas, el porcentaje de quienes son económicamente vulnerables disminuye al 37%. Por otro lado, aquellos que están económicamente bien -que tienen los tres medios o indicadores para acumular activos- no cambian. Esto indica que esta población económicamente mejor, no se ve muy afectada por las remesas.
Ahorro y remesas
Uno de los efectos de las remesas es que aumentan el ingreso de las personas. En esa línea, aparece una relación entre quienes reciben remesas y quienes ahorran.
Entre quienes tienen menos de Q 2,000 en ahorros, el 48.6 % recibe remesas, un porcentaje menor en comparación con quienes no reciben. La recepción de remesas aumenta junto con el ahorro hasta el tramo de ahorro de Q 10,000 y Q 50,000.
Adicionalmente, la duración de la recepción de remesas se conecta con el ahorro total: quienes reciben remesas por más tiempo tienen mayores ahorros. En resumen, hay un efecto acumulativo de las remesas sobre el ahorro, lo que plantea la cuestión de acelerar la formalización y diferenciar las opciones de ahorro.
Como muestran estos hallazgos, además de aumentar el ingreso disponible de los/las receptores/as, las remesas también tienen un efecto en el aumento del ahorro.
Por último, en comparación con aquellos/as que no tienen un familiar en el extranjero, los porcentajes y los niveles de ahorro son más altos entre quienes reciben remesas.
Dado que en Guatemala hay actualmente 2.2 millones de hogares que reciben remesas, la mayoría de los cuales tienen ahorros, pero carecen de acceso a instituciones financieras, proporcionar inclusión financiera empoderará a las mujeres y les ofrecerá los medios para lograr la independencia económica. Ampliar las intervenciones de inclusión financiera ayudaría a millones de mujeres y al bienestar económico de sus hogares.
La dependencia de las remesas es más fuerte entre las mujeres que entre los hombres. Mientras que las mujeres dependen de las remesas para el 52 % de sus ingresos totales, solo el 43 % de los ingresos totales de los hombres está vinculado a las remesas. Las mujeres mayas dependen en particular de los ingresos por remesas con el 63 % de sus ingresos totales. Las amas de casa, las mujeres que trabajan en la agricultura y las estudiantes se encuentran entre los grupos ocupacionales que más dependen de las remesas con un 62 %, 48 % y 47 % respectivamente.
Las mujeres que reciben remesas a menudo pertenecen a los estratos de ingresos más bajos. Por ejemplo, una mayoría significativa —78.4 %— de las mujeres que ganan menos de Q 10,000 anuales reportaron recibir remesas. Esta dependencia del apoyo financiero externo disminuye gradualmente con los niveles de ingresos más altos, ya que solo el 29.6 % de las mujeres ganan entre Q 70,000 y Q 100,000 anuales.
Apenas el 10.7 % de las que ganan entre Q 190,000 y Q 220,000 reciben remesas. Una tendencia similar es evidente en los ingresos del hogar, donde el 72.5 % de las mujeres con ingresos familiares anuales inferiores a Q 10,000 reportaron recibir remesas, en marcado contraste con el 23.3 % entre las que tienen ingresos familiares entre Q 190,000 y Q220,000. La dependencia de los ingresos de las remesas vuelve a plantear la necesidad de aprovechar estos flujos para fortalecer la independencia financiera de las mujeres.
En general, es probable que los receptores de remesas sean personas mayores. Más del 60 % de las mujeres de entre 40, 50 y 60 años y más declararon haber recibido remesas, en comparación con menos del 55 % de las mujeres que no las reciben. Las amas de casa, los trabajadores agrícolas y las personas desempleadas son las que tienen más probabilidades de recibir dinero del exterior: 75.4 %, 68.9 % y 58.9 % reciben remesas respectivamente.
Se recuerda que en 2023 las remesas a América Latina y el Caribe superaron los US$ 160,000 millones representando el 5 % del ingreso total de la región, lo que marca una continuidad en el patrón de crecimiento de años anteriores.
Los migrantes guatemaltecos son los que más dinero envían individualmente a Guatemala con un promedio de US$ 500. Estos fondos se utilizan para cubrir gastos ordinarios como manutención, educación, atención médica y vivienda.