Ana López: implicaciones políticas de su elección como Secretaria Presidencial de la Mujer

Nota de coyuntura No. 104 / por Rosario Tuyuc

La designación de Ana Prudencia López Sales a cargo de la Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM) por el Presidente de la República, Bernardo Arévalo de León, marca un hito en la política de género del gobierno guatemalteco. Por primera vez, desde la creación de la SEPEM en el año 2000, una mujer indígena, maya Mam, originaria de Huehuetenango y reconocida abogada y defensora de derechos humanos, asume la máxima representación estatal en materia de derechos y desarrollo de las mujeres.

Imagen: El Observador.

Un nombramiento histórico y relevante

El 10 de abril recién pasado, el presidente Bernardo Arévalo de León nombró como titular de la Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM) a Ana Prudencia López Sales, quien formaba parte de una terna evaluada por organizaciones de mujeres que fue presentada para que él eligiera; esto es remarcable debido a que en los últimos gobiernos no existió un proceso de selección, la coordinadora de la SEPREM era nombrada por el presidente de turno.

En esta selección se restituyó el derecho de las mujeres de conformar el Mecanismo de Evaluación y Selección de Autoridades de la SEPREM. Con fecha de 26 de febrero de 2025, Acuerdo 31-2025, el gobernante publicó la convocatoria para conformar el mecanismo para evaluar y seleccionar la terna de la cual saldría la persona que sería nombrada por él. Este acuerdo es una reforma del Acuerdo Gubernativo 200-2000 que creó a la SEPREM.

El mecanismo evaluó expedientes y, según un criterio o instrumento de evaluación, seleccionó la terna.

Es por ello que el nombramiento de López Sales es considerado por el movimiento de mujeres como una puerta que se abre para que sean las mujeres organizadas y representantes femeninas de los Pueblos Originarios quienes contribuyan a elegir cargos públicos que abordan temas de transcendencia para las mujeres guatemaltecas. Debe recordarse que la SEPREM ha sufrido los embates de distintos gobiernos, desde su creación en el año 2000, y casi desaparece cuando durante el gobierno de Alejandro Giammattei Falla y el partido Vamos,  barrieron cuasi en definitiva con la institucionalidad de la paz.

López Sales representará a las mujeres que en Guatemala constituyen una mayoría relativa del total de la población guatemalteca, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística presentadas en 2024.  Guatemala cuenta con una población total de 17,843,132 millones de habitantes de los cuales, la población de hombres es de 8,777,379 millones, y la población de mujeres es de 9,065,753 millones, lo que significa que un 50.8% de la población es conformada por mujeres, según proyecciones de población del INE.

Ana Prudencia López Sales, Secretaria Presidencial de la Mujer. Foto: página web de SEPREM.

Otro aspecto importante es que muy pocas personas indígenas ostentan cargos decisivos en la administración pública, puesto que la administración del Estado no está diseñada para la participación de los Pueblos Originarios, menos aún para mujeres indígenas.

Es por ello que los nombramientos como el de Ana López y otros liderazgos indígenas en el actual gobierno representan un compromiso y una responsabilidad ética-política con los Pueblos Originarios que, históricamente, han sido excluidos en espacios de toma de decisión.

Es evidente que existe la necesidad de fortalecer la organización comunitaria y las fuerzas sociales para lograr los cambios necesarios a fin de que representantes de los Pueblos Originarios accedan a la toma de decisiones que afectan a la mujer indígena y, desde puestos de poder real, se inicie un proceso para devolverles la dignidad que les ha sido arrebatada por políticas públicas contrarias a sus intereses y derechos.

Un nombramiento histórico, pero con el reto de necesarias reformas

La elección de López Sales es interpretada como una apuesta del gobierno de Arévalo de León por la inclusión y la equidad de género, así como por el reconocimiento de la diversidad étnica del país. El nombramiento responde a una demanda histórica de los movimientos de mujeres indígenas y rurales, quienes han exigido mayor participación y representación en los espacios de decisión estatal.

Ana López se encuentra en funciones desde el 10 de abril del presente año. Foto: SEPREM.

López Sales ha anunciado su compromiso de fortalecer la institucionalidad de la SEPREM y descentralizar su trabajo, buscando llegar a mujeres mayas, garífunas, xincas y mestizas en los 22 departamentos de Guatemala. Su objetivo es que las políticas públicas de equidad de género y desarrollo integral de las mujeres sean efectivas y accesibles en todo el territorio nacional, superando la tradicional centralización en la capital.

Su nombramiento al frente de la SEPREM también puede leerse como una señal política de apertura y modernización institucional, coherente con la agenda progresista del gobierno del Movimiento Semilla, y que ha buscado diferenciarse de administraciones anteriores mediante la promoción de derechos humanos y la inclusión de sectores históricamente marginados. Pero, también, fortalece e incentiva la participación política de mujeres y de mujeres indígenas en cargos públicos.

Organizaciones civiles y movimientos feministas han celebrado el nombramiento de López Sales como un logro histórico, destacando su trayectoria en la defensa de los derechos de las mujeres y de los Pueblos Originarios. Reconocen que su liderazgo puede contribuir a una mayor incidencia política y a la implementación de políticas públicas con enfoque intercultural y territorial.

Sin embargo, también han señalado que el proceso de selección de la titular de la SEPREM sigue presentando obstáculos para la participación de mujeres de los territorios y los Pueblos Originarios, debido a requisitos considerados excluyentes y discriminatorios como la centralización de la recepción de documentos en la capital y la exigencia de avales y certificaciones costosas. Las lideresas han propuesto reformas para garantizar mayor transparencia, igualdad y acceso en futuros procesos de selección.

Mientras tanto, los sectores más conservadores no se han pronunciado respecto a este nombramiento. Sin embargo, se espera que, en el contexto político guatemalteco, donde persisten tensiones entre agendas progresistas y conservadoras, la gestión de Ana López sea observada de cerca, tanto por quienes esperan la implementación de una profunda política de género como por quienes temen un giro que desafíe valores tradicionales.

Este nombramiento representa un avance significativo en la representación de mujeres indígenas y en la agenda de derechos humanos en Guatemala. Su gestión enfrenta el reto de consolidar la institucionalidad de la SEPREM, descentralizar sus acciones y responder a las expectativas de diversos sectores sociales, en un contexto político polarizado y con desafíos estructurales en materia de equidad de género y participación ciudadana.

Ana López, una sobreviviente del terrorismo de Estado

Hablar de Ana López es hablar de mujeres y juventudes que dejaron su vida en las montañas a raíz de la desigualdad, la guerra y el terrorismo de Estado para acabar con poblaciones y comunidades indígenas.

Foto tomada de la cuenta de Facebook de Ana López.

Mujer Maya Mam, proveniente de las comunidades desplazadas por el conflicto armado, Ana López creció en las las montañas cálidas de las selvas del Ixcán, Quiché, específicamente en una de las Comunidades de Población en Resistencia (CPR), que fueron desplazadas de sus territorios y que se refugiaron en la montaña y selvas para sobrevivir a la guerra y la persecución del ejército guatemalteco como parte del proyecto contrainsurgente del Estado autoritario y militar, durante los cruentos años de guerra interna en la década de 1980.

Las CPR, tanto de la Sierra como del Ixcán, fueron comunidades conformadas por distintos Pueblos Mayas que estuvieron viviendo en las montañas y selvas del norte del Quiché, en donde padecieron pobreza y mucha escasez de alimentos; algunas veces se alimentaron únicamente de maíz y frijol, y cuando este alimento escaseaba, se alimentaban de lo que encontraban en las montañas.

Muchas de estas familias siguen organizadas para la legítima defensa del territorio y de los derechos humanos.

El nombramiento de Ana López en la SEPREM, entonces, también significa reconocer la trayectoria de líderes y lideresas mayas que nos han abierto los caminos para que hoy se puedan asumir espacios de toma de decisión.

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