El aumento de la migración del Pueblo Q’eqchi’: ¿Solución o agravamiento económico?

Nota de coyuntura No. 135 / por Juan Calles

El Pueblo Q’eqchi’ vive una situación de abandono e indiferencia que los ha obligado, históricamente, a buscar otros territorios para su subsistencia y sobrevivencia. Su situación económica refleja un verdadero drama social. Miles de personas Q’eqchi’ han emprendido una masiva migración a Estados Unidos buscando mejorar sus condiciones de vida. Los efectos de la migración se observan claramente en comunidades como las del municipio de Chisec, Alta Verapaz, en donde se cuestiona el papel del Estado en la protección y desarrollo de sus ciudadanos.

Imagen: video reportaje de Telemundo sobre migración Q´eqchi´ a Estados Unidos. Fuente: https://www.telemundohouston.com/historias-destacadas/voces-silenciadas-migrantes-indigenas-navegan-entre-su-dialecto-y-suenos-en-houston/2449169/

Despojo territorial y pobreza estructural

En los registros históricos del Pueblo Q’eqchi’ se documenta que, desde tiempos precolombinos, han buscado tierras calurosas para asentarse y producir su alimento. En tiempos coloniales también buscaron protegerse de los abusos españoles, y se internaron en tierras inhóspitas en donde aprendieron a sobrevivir y mantener a sus familias alimentadas y a salvo.

Con la Reforma Liberal de 1871 las tierras comunales de los Pueblos Originarios fueron declaradas como tierras ociosas, sin dueño, por lo que pasaron a manos de cafetaleros alemanes, belgas e ingleses. El Pueblo Q’eqchi’ migró otra vez huyendo de esta nueva colonización y se asentó en los departamentos de Izabal, Petén y la zona norte de Alta Verapaz.

Según la antropóloga Liza Grandia, en su libro “El despojo recurrente al pueblo q’eqchi’”, en 1879 la mayoría de población Q’eqchi’ vivía en poblaciones libres, pero en 1930 el 40% de eran mozos colonos. Trabajadores explotados en las fincas cafetaleras de donde también migraron miles de familias hacia regiones selváticas, buscando alivio de la explotación y abuso de los finqueros.

El peso económico de la migración y las remesas

En la actualidad, la migración Q’eqchi’ ya no es únicamente dentro del territorio guatemalteco, pues en los últimos años se conoce de una migración masiva hacia Estados Unidos, en donde los jóvenes han encontrado trabajos bien remunerados, con lo que han encontrado una forma de subsistencia. La migración Q´eqchi´a Estados Unidos tiene una historia muy reciente con respecto a otros pueblos.

En comunidades del municipio de Chisec, Alta Verapaz, las familias reportan que los jóvenes aún se resisten a dejar sus hogares y el país. Estos jóvenes migran a otros territorios dentro de Guatemala para trabajar en las plantaciones de palma africana, o a zonas urbanas a trabajar como guardias de seguridad privada. Pero, éstos cada vez son menos ya que dichos trabajos no son bien remunerados.

Estas cifras reflejan un crecimiento consistente y significativo de las remesas familiares hacia Guatemala, con un impacto importante en su economía representando cerca del 20% del Producto Interno Bruto (PIB).

Además, se observan en comunidades alejadas de los centros urbanos los signos del envío de remesas tales como casas construidas con block y pisos cerámicos, pequeños emprendimientos de transporte dentro y fuera de la comunidad, etc. Además de ello, las familias en donde algún miembro migró a Estados Unidos, viven de forma diferente a sus vecinos que no tienen familiares migrantes.

En los últimos meses, en Guatemala se han reportado cifras récord de envío de remesas mensuales desde el extranjero, mayoritariamente desde Estados Unidos. Esas cifras tienden a superar la cantidad total lograda en 2024, y en 2025 podría situarse por arriba de los US $23 mil millones, una cifra que representa alrededor del 20% del PIB nacional.

Aunque no existen datos exactos exclusivos para la población Q’eqchi’, se estima que cerca del 40% de los beneficiarios de remesas en Guatemala son indígenas, entre ellos, una parte importante de esta comunidad. La mayor parte de estos recursos llega a zonas rurales como Chisec, donde las remesas son utilizadas para cubrir necesidades básicas como alimentos, salud y educación, además de impulsar microempresas y la compra de tierras, lo que evidencia una dependencia creciente de estos ingresos externos.

Fuente: MINEX, recuperado de: https://www.minex.gob.gt/Visor_Pagina.aspx?PaginaID=2266

Con base en este mapa proporcionado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala (MINEX), se observa la presencia de migrantes Q’eqchi’ en todo el territorio de Estados Unidos. Aunque no se disponen de estadísticas precisas, el mapeo realizado por el MINEX indica que personas pertenecientes a esta comunidad, están registradas en prácticamente todos los Estados.

Sumando a ello, el mismo MINEX registra que en 2024 habían 3,256,047 migrantes guatemaltecos en Estados Unidos, mientras que para enero de 2025 se registraron 3,619,436, con una diferencia de 363,389 migrantes en pocos meses de diferencia.

Fuente: MINEX. Recuperado de: https://www.minex.gob.gt/Visor_Pagina.aspx?PaginaID=2266

Migración como válvula económica, no como solución

El contrasentido de los registros económicos es que, aunque las remesas han mejorado levemente las condiciones de vida en comunidades Q’eqchi’ de municipios como Chisec, las desigualdades estructurales no se atienden, con lo que se motiva la migración irregular, pero, en realidad, se perpetua la pobreza y abandono estatal.

Los problemas sociales que acarrea la migración masiva de jóvenes ya se dejan sentir en comunidades en donde las familias se integran únicamente por mujeres y ancianos, pues los hombres jóvenes han migrado buscando aliviar su situación económica, pero aumentando la desintegración familiar en lugares sin acceso a salud y educación.

Por ejemplo, en los últimos tres años grupos de hasta 30 jóvenes Q’eqchi’ de El Estor, Izabal, y Chisec, Alta Verapaz, han salido hacia Estados Unidos buscando empleo exponiéndose a migración irregular y a la vulnerabilidad frente a las políticas migratorias restrictivas que ahora, con mayor profundidad y violencia ha impuesto el gobierno republicano de Donald Trump. Las remesas que envían son, en muchas familias, el único sostén económico.

El reto del Estado guatemalteco

La deuda del Estado guatemalteco con el Pueblo Q’eqchi’ es enorme. La expansión de la economía extractiva y los monocultivos, permitidos y motivados por autoridades estatales, la falta de políticas públicas para proteger los territorios comunales indígenas, y la falta de inversión en desarrollo educativo y de salud, entre otros aspectos, motivan la migración a la vez que se celebran los récords en ingreso de remesas.

En los territorios Q’eqchi’ en donde abundan las riquezas naturales, se han registrado constantes y violentos desalojos, criminalización contra lideres comunitarios que defienden el territorio, y la desprotección contra abusos de los finqueros, y todo ello pone en riesgo la cultura, la economía y la cohesión social del Pueblo Q’eqchi’.

La crisis económica del Pueblo Q’eqchi’ en Guatemala es inseparable del fenómeno migratorio que ha crecido exponencialmente en los últimos años. Las cifras de remesas y la movilidad forzada evidencian, tanto la resiliencia como la vulnerabilidad de esta comunidad. Sin embargo, la respuesta estatal sigue siendo insuficiente y, en muchos casos, negligente.

Solo con políticas que reconozcan los derechos territoriales, que protejan a las comunidades indígenas y que promuevan un desarrollo rural justo, será posible cambiar el ciclo de dependencia económica y migración forzada que hoy enfrenta el Pueblo Q’eqchi’. Mientras tanto, las remesas seguirán siendo un paliativo que refleja más un éxodo forzado que una verdadera movilidad social hacia el bienestar.

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